No, no es ningún remake del
clásico de Hitchcock. Es el número de escalones que subí, y por supuesto bajé, el martes durante las 8 horas de mi jornada laboral. Parece un buen ejercicio, ¿no? Hubiera sido mejor que fueran todos seguidos, pero a ver quién es el guapo que lo aguanta. Aun así, no está mal.
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